Ilustración Leonora Carrington |
El ser alado hecho del fuego sacro le dio la espalda a su creador.
La niña profeta soñándose lobo en el Jardín del Edén,
en el borde del cielo, más cerca al abismo.
La criatura se levantó del lodo, comió del fruto prohibido.
Al anochecer durmió al pie de la serpiente.
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