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ilustración E.J. |
Cae la tarde
Sobre los edificios viejos vuelan en
círculo los goleros
Ofamim huye por las aceras
agrietadas
¡Alguien perdió su ángel!
Los niños ebrios intentan ver el
rostro de Tiphereth
pero espirales de colores enceguecen
sus ojos
Hay un grito que recorre la ciudad
Alguien muere en una acera
Alguien nace en una esquina
El nombre de dios no le ha sido
revelado
a los niños sobrios
Hay una virgen para quienes a nadie
tienen
Hay una oración que nace en el
corazón
del hombre desesperado
Hay un hombre ebrio que se arrodilla
en la iglesia.
-No temas, algún perro callejero se
convertirá en tu ángel
El abismo está allí
al borde de la carretera
tu perro te acompañará en la caída.
Mira sus ojos, está ciego
Mira hacia el cielo, las aves se
devoran unas a otras
Mira la luz que Tiphereth arroja
sobre el asfalto
Mira cómo llora la Virgen
Mira el Cristo que se aparece en la
botella
y el girasol que crece en el altar.
Escucha el canto del gallo,
descubre el anuncio en su cacofonía
Siente cómo todos los opuestos se
funden en el equilibrio.
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