martes, 13 de diciembre de 2011

Pájaro
Victoria Onatra


Los amaneceres con sus aullidos van quebrando las ventanas. El desayuno es un acertijo en el que se pierden mis dedos. Luego, encuentro los espejos con su eterna negación,; en ellos sólo reconozco el brillo de los ojos de aquellos pájaros que se ocultan en mi pelo enmarañado. Un augurio los convoca., con sus picos van rompiendo los cristales.

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