miércoles, 24 de febrero de 2016

B a r b e c h o y Q u e m a

Chymisch Kleinod, Oswald Croll, 1647.




«La sal es el sedimento corporal, el cuerpo después de muerto. 
El azufre (nube) es aquí, contra toda convención, femenino, 
y el mercurio (pez), masculino».

A. Roob.

Después del largo reposo
la quietud y la atadura
ha llegado la hora de regenerar 
nuestro hogar.

Este pez
esta nube
nos ayudarán a preparar la tierra.

Césped, hierba, raíz y paja serán quemados
Por la noche contemplaremos 
las crepitantes llamas 
El fuego nos dará la ceniza
aquella sal que tras la muerte 
concede fertilidad.

Con la regeneración de los tejidos y los minerales
en la primera lluvia que sigue al fin del verano 
abriremos nuestra carne
para sembrar.

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