Chymisch Kleinod, Oswald Croll, 1647. |
«La sal es el sedimento corporal, el cuerpo después de muerto.
El azufre (nube) es aquí, contra toda convención, femenino,
y el mercurio (pez), masculino».
A. Roob.
Después del largo reposo
la quietud y la atadura
ha llegado la hora de regenerar
nuestro hogar.
Este pez
esta nube
nos ayudarán a preparar la tierra.
Césped, hierba, raíz y paja serán quemados
Por la noche contemplaremos
las crepitantes llamas
El fuego nos dará la ceniza
aquella sal que tras la muerte
concede fertilidad.
Con la regeneración de los tejidos y los minerales
en la primera lluvia que sigue al fin del verano
abriremos nuestra carne
para sembrar.
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